ARTÍCULOS

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Un artículo de opinión es un texto que presenta la postura personal de quien lo escribe respecto a un determinado tema o acontecimiento de interés general o histórico. El articulista defiende su enfoque o postura personal en cada artículo. Sí, esa difícil tarea de poner por escrito lo que uno piensa… Es posible propiciar el pensamiento individual desde la misma escuela, instituto y universidad. Es decir, enseñar a pensar por uno mismo para valorar la propia vida… Es posible generar una nueva actitud de pensamiento que promueva el respeto por los principios y valores universales, si quienes enseñan fueran capaces de hacerlo de tal forma que a los estudiantes nos orientasen hacia un proceso auténtico y autónomo de pensar, si dejasen de controlar excesivamente todo cuanto se refiere a nuestra formación, permitiéndonos a los estudiantes pensar por cuenta propia… un pensamiento autónomo es posible. Cuando un estudiante tiene la grata oportunidad de disfrutar del pensar por sí mismo, es como si descubriera un mundo que había estado oculto de forma inexplicable para él, ya que el complejo institucional -su marco de referencia- en el que supuestamente se ha educado, no ha estado orientado o más bien lo ha excluido– porque no lo exigía o promovía o porque directamente lo reprimía- impidiendo pensar, criticar e interrogar.
Uno de los retos mayores a los que se enfrenta la educación actual, está relacionado con los procesos del pensamiento y la promoción del desarrollo integral del estudiante. La principal actividad de los centros educativos debe ser enseñar a pensar, a comprender e interpretar el mundo, y es la lectura el medio privilegiado, indispensable para el desarrollo de las operaciones intelectuales. La lectura de reseñas, informes, artículos y ensayos requiere de múltiples habilidades relacionadas con las operaciones del pensamiento, fundamentales para el desarrollo intelectual de los estudiantes. Empecemos, pues, a leer.
La imagen de los libros (o aprehender el arte pictórico y fotográfico a través de las cubiertas de ensayos y novelas) Personas que, por el motivo que sea, no han pisado jamás un museo, carecen de libros de texto sobre arte o quizá no se interesan demasiado por el contenido de las muchas enciclopedias que tratan la disciplina ni son proclives a coleccionar revistas que traten la pintura y la fotografía, se encuentran con el arte cada día, sin proponérselo: decenas, cientos, miles de obras de arte pictórico y fotográfico ilustran las cubiertas de los libros. Por supuesto, los ensayos históricos y de arte son los que más recurren a la imagen pictórica y la fotográfica a la hora de ofrecer al lector una información más o menos precisa del contenido de sus obras. No obstante, los ensayos juegan con ventaja: los personajes y eventos históricos que tratan, la propia disciplina artística o los bancos de imágenes que poseen los propios museos facilitan mucho la tarea de presentar una obra de arte en su cubierta. Y no solo quienes leen novelas de género histórico o narrativa ligera conocen muchas de las pinturas que muestran las cubiertas de estos libros, también otros géneros, sobre todo el romántico y hasta los de autoayuda, exhiben una incalculable, ingente e incoherente...  [vid.]

Facultad de compensación (o adaptarse a la vejez en la era digital) Fue ayer, a falta de fuerza y de paciencia suficientes, de precisión y de un oído capaz de detectar sonidos por debajo de su alcance natural, cuando el ser humano aprendió a valerse de los animales para suplir determinadas carencias. Con el correr de los años, una parte significativa de la humanidad aprendió también a valerse de la otra parte, la restante, de aquellas personas que pudieran realizar las tareas que su falta de pericia les impedía llevar a cabo. Y entonces apareció la tecnología. El ser humano que llevó a cabo la primera distribución del trabajo se permitió el lujo de reflexionar, de comenzar a pensar acerca de cuestiones futuras que le proporcionasen seguridad, algo de placer y mucha comodidad. La tecnología permitió al ser humano obtener, entre otras muchas cosas...  [vid.]   
Una caja de búsqueda para confundirlos a todos... [o un drama en dos actos] Nota. Aunque no pueda negarse el cariz crítico del siguiente artículo, éste pretende servir de excusa para, por un lado, reconocer –por supuesto, agradecer– la labor de muchas personas que tanta información aportan a los investigadores (a veces sin saber lo mucho que estos se nutrieron de sus imágenes, ideas, opiniones e incluso teorías no tan absurdas como pudieran parecer), por otro, reprochar y señalar –sin ánimo de adoctrinar– lo que considero que un «creador» concreto o un «productor» cualquiera debe asumir como sus «responsabilidades»: buscar, encontrar y producir. Valorar las infinitas posibilidades que ofrece el abismo estético al que nos asomamos desde nuestras ventanas individuales cada vez que una imagen o un texto se añade al repertorio ya existente, gracias a internet y a todos los adelantos tecnológicos, nos permite obtener una visión más amplia de los ámbitos de estudio que llenan nuestras bibliotecas particulares y, sobre todo, las estatales y las pertenecientes a las universidades. Los estudios actuales de casi cualquier materia, dentro de las muy diversas disciplinas existentes, permite al estudioso, y al lector casual y curioso, descubrir un amplio y vasto territorio –ya sea a través de artículos sueltos en revistas o ensayos, ya sea en folletos, catálogos...– sobre aspectos que interesan en particular a uno o (con suerte) quizá dos doctorandos e investigadores de departamento de cada universidad en cada una de las ciudades de todas las naciones de Europa y del mundo –con la ingente producción de trabajos diversos (en inglés y otros idiomas) que ello conlleva–... [vid.]
Los adversarios del escritor. La deducción lógica a la que llega todo lector cuando lee un libro por vez primera es que el autor se vale de uno o más personajes para enfrentar ciertas situaciones y solventar muchos de los problemas que, en un momento dado, le surgen en relación con su entorno y con las personas que lo habitan. No crea el lector que no he meditado mucho sobre este asunto o que quiero dañar gratuitamente al escritor con las bondadosas observaciones y cuidadas acusaciones que verteré a continuación. Nada más lejos de la realidad… El autor gusta de crear tramas y existe en él una obsesiva propensión a involucrarnos en su caótico mundo del que, a decir verdad, casi nunca salimos ilesos... [vid.]
El enamoramiento constante. Aparte de las conexiones y vínculos que se crean entre familiares, compañeros de escuela, algunos tutores en la infancia y —por supuesto— los amigos, existen relaciones que uno establece exclusivamente con los libros. Recuerdo haber leído en las redes sociales una cuestión que trataba acerca del porqué de algunos de esos comienzos y también de sus finales. Seguidamente, traté de hacer memoria sobre las relaciones que habían sido y aún son las más importantes que he (man)tenido a lo largo de mi vida. Dejando al margen las que se establecen con personas de carne y hueso, la relación que mantenemos los lectores con los libros es especial, siempre... [vid.
Una cita a ciegas (o cómo formar parte de una singular "performance") Reconozco que formar parte activa de un espectáculo teatral supone una experiencia única y resulta especialmente interesante si el proyecto consiste en involucrar al espectador en una situación poco común, relativa a problemáticas de tipo social que guardan relación con la ciudad en la que vive. No se le puede restar el valor que tiene a una buena performance... A partir de mañana se lleva a cabo en Madrid un singular proyecto teatral que permitirá a varias personas —ocho sesiones cada fin de semana hasta finales de enero— vivir una experiencia única a cambio de un simple pase. Las funciones se llevarán a cabo en un teatro, un museo, una plaza, un apartamento y el metro. Se sucederán cinco piezas simultáneas desarrolladas en cinco sitios específicos de la ciudad y construidas para el ingreso de un solo espectador a la vez... [vid.]
 
Un escritor de oficio, un blog personal y una zona de comentarios. La Academia Sueca entregó el Premio Nobel de Literatura de 2015 a la escritora bielorrusa Svetlana Alexiévich. Dicha distinción forma parte de una serie de cinco premios específicamente señalados en su día dentro del testamento del filántropo sueco Alfred Nobel para ser otorgados anualmente «a quien haya producido —en este caso el campo de la literatura— la obra más destacada, en la dirección ideal». [Un escritor de oficio]. Svetlana Alexiévich es periodista en Bielorrusia, un país en el que no existe libertad de prensa y del que la escritora marchó en el año 2000 debido a la presión política a la que se vio sometida. Regresaría al año siguiente, instalándose en Minsk (su capital). Sus textos nos muestran diversas historias acerca de la vida en la Unión Soviética y en los países que emergieron de ésta tras su disolución. La autora era en nuestro país prácticamente una desconocida antes de que se le otorgara el Premio Nobel de Literatura y de que su obra —La plegaria de Chernóbil (Siglo XXI, 2006) o Voces de Chernóbil (Random House, 2015) y Temps de segona mà (Raig Verd, 2015), entre otras— fuese tan traducida... [vid.
En sucias manos. Se dice que Bette Nesmith Graham consiguió que los escritores se libraran por fin de los errores causados por la tinta de sus máquinas de escribir (o cometidos por sí mismos al presionar la tecla equivocada) y que lo logró en su cocina, pero no fue ensayando con productos de alimentación sino debido a su afición artística: pintar motivos festivos en espejos y ventanas. Cuando un artista está rotulando, nunca corrige sus errores borrando, sino que pinta siempre encima del error. Así que decidí usar lo que los artistas usan. Puse un poco de pintura de agua en una botella, tomé mi pincel de acuarelas y lo llevé a mi oficina. Utilicé eso para corregir mis errores. No obstante, el invento se llevó a cabo para unas máquinas ya eléctricas, las mecánicas... [vid.
Esa soberbia opinión que posees. Desde que me enseñaron a coger un lápiz y a dar forma correcta a las letras, he ensayado indecibles maneras de renombrar los objetos cotidianos que componían mi entorno; ora minúsculas, ora mayúsculas, mediante líneas y redondeces. Otra cosa, bien distinta, es que un día decidiera hacerlo por mi cuenta, poniendo por escrito cuantas ocurrencias y elucubraciones fuera capaz de fabricar mi mente en su total falta de artificio. Y entonces llegó el tiempo de no saber expresarse de otro modo al aprendido y hacerlo, pues, rematadamente mal. No podía ya uno limitarse a hablar en voz alta, no, eso habría sido lo fácil; porque en la retórica de hoy todo vale. Sin embargo, hubo que aprender a escribir... [vid.
Twitter, ¿fabulador de mundos? Twitter es la estrella de las redes sociales. Es la plataforma de comunicación en tiempo real más importante que existe en la actualidad, y numerosos usuarios emiten sus juicios y sus apreciaciones, además de verter sus experiencias acerca de ella —y de muchos otros asuntos— en el interior de esos nidos individuales, ubicados sobre altas y diversas ramas… Twitter no sólo suple de cierta forma el aislamiento social que traen consigo el desarrollo y la vida moderna, sino que estimula también y mucho la participación… Todo usuario, bajo la atenta mirada de la avecilla azulada, publica, visita sitios, comparte e intercambia a diario información, mediante breves comentarios en formato de texto, con un máximo de ciento cuarenta caracteres. En resumidas cuentas, vivimos y anidamos entre la realidad (madrugar, estudiar, trabajar, leer, escribir, comer, beber, respirar… siempre conectados) y Twitter. El resto del día, dormimos o estamos en el baño. ¿Cómo y cuánto afecta todo esto a los usuarios?... [vid.]
Safer Internet Day (SID) El Día internacional de la Internet Segura (Safer Internet Day) se celebra cada 10 de febrero en más de 60 países de todo el mundo y está dedicado a la gestión de imágenes y contenidos en Internet, con el eslogan Piénsalo antes (Think B4 U post!) o Juntos podemos crear una Internet mejor (Let’s create a better internet together), y aborda el tema de la prevención de la difusión de imágenes y contenidos inapropiados en Internet por parte de los menores… (y, si me lo permiten, de aquellos otros niños de «cierta» edad, cuyos años no se pueden ni contar…, que dijera Lewis Carroll.) La campaña que se muestra a continuación se realizó en 2010 y es la más famosa de las que se han hecho hasta el momento. Y más abajo la correspondiente a este año... [vid.]
Cómo ser consejero del reino [o el mensaje que subyace tras la ruidosa risa del bufón] Existe una vieja costumbre hecha hábito —y de ésta, oficio— de la que no sólo adolecieron las sociedades primitivas. Se extendió en la Antigüedad bajo la figura del πολιτικός griego, alcanzando posteriormente, y por igual, a los romanos —quienes la adaptaron del griego, denominándola politĭcus— que a los Βάρβαροι —los galos, cuya lengua celta la denominó d[a]ru, 'roble' (que pasaría al latín como druĭda)—. Aunque tuvo su mayor desarrollo durante el Medioevo y la Edad Moderna (recuerden El Príncipe, de Maquiavelo), nunca logró establecerse tan definitivamente en la sociedad como en la época actual: hablamos de la máxima autoridad diplomática, el consejero (del lat. consiliarius). Desde la emancipación en el siglo XX de la «Ciencia Política» como disciplina especializada se ha ido rompiendo progresivamente la relación que ésta poseía con la filosofía y esto, como bien sabemos, no ha beneficiado a ninguna de las dos partes... [vid.]
El dilema del lector atormentado. Lo cierto es que me atormenta, como a cualquier lector, observar la cantidad de libros que desbordan los estantes de mi biblioteca — y, dicho sea de paso, los de las bibliotecas públicas también — . Saber que aún no he leído ni la cuarta parte de ellos y que, sin duda, jamás podré leer todos cuantos me había propuesto al comenzar el año. Pero me atormenta — mucho más, si cabe — pensar en todos ellos como si de un escritor frustrado se tratase, con la absurda pretensión de absorber cada frase y cada palabra, como si por el mero hecho de poseerlas pudiese plasmarlas después con la misma soltura con la que lo hicieron los grandes, los de verdad, y en una combinación perfecta que me fuera a garantizar el éxito. A este respecto he observado con frecuencia, y es casi seguro que vosotros también, una tendencia a leer por contador, como si a uno le fueran a cobrar las horas de lectura. ¿He de leer más rápido? ¿He de leer más libros? Quizá no voy con los tiempos o, si me apuráis, puede que se trate de una anomalía que poseo y de la cual no he sido consciente hasta que me ha dado por aventurarme en los mágicos mundos de Internet, donde todo... [vid.]
El decadente rol femenino y el negativo canon de belleza occidental. En todos los países del mundo existe un canon de belleza por el que se rigen las sociedades de los distintos territorios para destacar el conjunto de aquellas características que consideran convencionalmente hermosas o atractivas, sea en una persona u objeto. Es históricamente variable y no es común a las diferentes culturas. Nosotros hablaremos de la que atañe al mundo occidental, con especial atención al caso español y de cómo afecta dicho canon a las personas que tratan de alcanzarlo. Se trata, sobre todo, de un problema cultural. En una sociedad como la nuestra (occidental), nos han enseñado que el modelo ha de cumplir (especialmente en los espacios públicos) un canon específico para agradar y ser reconocido como parte integrante del grupo al que pertenece (o desea pertenecer). No hablamos sólo de aquellas personas que desean cumplir el canon de forma voluntaria, sobre todo nos referimos a las que no lo desean, por cuales sean las razones que ellas consideren para rechazarlo. Quizá sea ingenuo afirmar que ha quedado obsoleto en todo el occidente, pero cada vez más personas que lo habitan se rebelan contra el canon mostrando una apariencia en público que lo rechaza e incluso contradice... [vid.]
Una generación con tendencia a la proyección [o cómo hemos alcanzado la producción simbólica discursiva que conecta con los otros por medio de la analogía] Como bien sabemos, existen determinadas situaciones, comparables entre sí, que permiten a los individuos identificarse los unos con los otros hasta alcanzar un cierto grado de empatía —que es la participación afectiva de una persona en una realidad ajena a la suya—. Es por ello que, con frecuencia, acudimos a espacios virtuales que otros sujetos comparten en la Red, en busca de un discurso que nos haga sentirnos identificados con ellos. Cuando una persona, cuya actividad discursiva está pensada para poner en funcionamiento nuestra memoria (haciendo manifiestos nuestros recuerdos latentes), decide reseñar un libro en su espacio virtual y lo hace mediante una introducción que nos sitúa en un momento y una situación particularmente familiares para nosotros, se pone en marcha el proceso de analogía por el cual, si lo hace bien, puede iniciar a otros en la lectura de un determinado autor, al imitar la experiencia de aquél —que, a su vez, parte de una ya vivida por los lectores a quien se dirige—. Analogía es un recurso estilístico literario que procede del término griego αναλογíα (estudio de la reiteración o la comparación). Por su parte, en psicología, la analogía semántica es un fenómeno que se produce por la tendencia a asociar una palabra a un significado análogo... [vid.]
El supuesto «nivel de calidad» de series no tan nuevas, no tan icónicas ni mucho menos representativas de la (ya muy diversa y globalizada) sociedad actual. Dentro de las series de calidad, cuya amplia difusión y repercusión es indiscutible, encontramos producciones tan interesantes como Brothers & Sisters (2006), Rectify (2013), The Americans (2013), Halt and Catch Fire (2014), Taeyangui Huye (Descendientes del sol, 2016) y, si nos ponemos, la serie documental The Making of the Mob: New York/Chicago (2015), entre otras, en detrimento de y como contrapunto a series de gran repercusión como The Sopranos (1999), Six Feet Under (2001), Dexter (2006), Mad Men (2007) y Sherlock: His Last Vow (2009), que ya quisiera estar a la altura de The Adventures of Sherlock Holmes (1984), tanto en credibilidad como en la libertad de acción, ingenio y excentricidad de sus archiconocidos personajes: una boutade. Todas estas series emitidas en televisión han obtenido gran difusión y tratan similares, cuando no idénticos, temas; no obstante, desde puntos de vista muy diferentes y tratando de ser, todas, representativas de una sociedad pasada o presente y de los miembros que la componen. Si tomamos como referencia y punto de partida obras relevantes —necesarias para apoyar nuestra tesis a lo largo de este artículo— como La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, de Benjamin [1], Teoría estética (y Television and Patterns of Mass Culture), de Adorno [2], La société du spectacle, de Debord [3], Teleshakespeare, de Jorge Carríón [4]... [vid.]