ASIA

PRÓXIMO ORIENTE. En ocasiones, la Historia ha clasificado a los distintos pueblos asiáticos en un único grupo debido a las características comunes entre ellos, especialmente en cuanto a la creación literaria. Pero a pesar de su valor histórico y documental, las literaturas de los países asiáticos —que alcanzan una antigüedad muy remota y, en la mayor parte de los casos, se transmitieron por tradición oral (y no fue hasta después de siglos que las literaturas asiáticas quedaron fijadas por escrito)— enlazan con las literaturas clásicas (caso de la India, a través de Grecia) y las occidentales. El Antiguo o Próximo Oriente es el término utilizado para denominar las zonas de Asia occidental y noreste de África de civilizaciones anteriores a la civilización clásica grecorromana, y que actualmente se denomina Oriente Próximo u Oriente Medio. Para la misma región, Vere Gordon Childe acuñó la denominación Creciente Fértil, al definirla como la zona donde surgió primero la Revolución neolítica (VIII milenio a.C.) y posteriormente la Revolución urbana (IV milenio a.C.). Son los actuales países de Irak, parte de Irán, parte de Turquía, Siria, Líbano, Israel, los Territorios palestinos, Jordania, Arabia Saudita y Egipto. Siguen a las literaturas del Antiguo oriente (Anatolia, Mesopotamia, Egipto...), las de Asia oriental/Pacífico (China, Japón, Mongolia, Corea...) y las del sur de Asia (India), otras más próximas a nosotros en el tiempo y en el espacio: la persa, la hebrea y la árabe, que tienen a Asia occidental (Arabia Saudita, Irán, Irak, Israel, Jordania, Palestina, Siria, Turquía...) por centros de expansión. [vid.]

ASIA CENTRAL. Una de las más importantes y más trascendentes literaturas de Oriente es la Literatura Hebrea. Sus características son la inspiración divina (revelación), la universalidad, y la vehemencia de la expresión y riqueza imaginativas. El libro sagrado de los hebreos se llama Torá y contiene la historia del pueblo hebreo, encargado de mantener, a través de la historia, la idea infundida en el alma humana, de la unidad de un Dios único (monoteísmo). Es el texto que contiene la ley y el patrimonio identitario del pueblo israelita y constituye la base y el fundamento del judaísmo. Hay pocas obras literarias en el mundo que hayan ejercido una influencia tan honda y duradera. Comprende los 24 libros del Antiguo Testamento, divididos en tres secciones: la Torá (Pentateuco), Nevi'im (Profetas) y Ketuvim (Escritos). Este conjunto de libros reúne toda la tradición religiosa, legal, filosófica y literaria del pueblo hebreo. El valor de la Torá como obra literaria es enorme, en ella se encuentran expresados los más diversos sentimientos con admirable concisión y sonoridad: Génesis — Bereshit (בְּרֵאשִׁית), "En el comienzo" / Éxodo — Shemot (שְׁמוֹת), "Nombres" / Levítico — Vayikrá (וַיִּקְרָא), "Y llamó" / Números — Bemidbar (בְּמִדְבַּר), "En el desierto" / Deuteronomio — Devarim (דְּבָרִים), "Palabras", "Cosas", "Leyes". La Literatura Rabínica continúa la tradición judaica propiamente dicha y niega a Cristo su carácter de Mesías. Comenta y estudia la Ley en dos Obras: el Talmud y la Kabala. [vid.]

ASIA ORIENTAL / PACÍFICO. Ninguna manifestación literaria queda más materialmente condicionada en su estudio que la Literatura Asiática de la que ahora nos ocupamos, puesto que sus manifestaciones dependen directamente de la materialidad que las condicionó. Y el condicionamiento primero que no por evidente es menos necesario reseñar es el de la escritura, puesto que ésta no siempre existió ni apareció para todas las civilizaciones bajo la forma que hoy la conocemos. No siempre el papel fue la base sobre la que escribir, dado que no todas las sociedades lo conocían, adaptándose a otra serie de materiales que ofrece la Naturaleza. Las distintas civilizaciones debieron ir recurriendo en la Antigüedad a otros materiales como la piedra, el papiro, el barro o arcilla, la piel, la madera...  Estamos, por tanto, ante las primeras literaturas que el hombre produce y que a nosotros, de una manera u otra, nos han llegado: con el progresivo grado de civilización, tal acervo cultural dará lugar —para pueblos que aún pueden considerarse primitivos, y que luchan por imponerse en su marco geográfico— a las literaturas clásicas, y no sólo en Occidente, sino también, y mucho antes, en Oriente: es el punto de partida para toda una Historia de la Literatura. De acuerdo con Cao Wenxuan, los primeros documentos de la literatura china provienen de la dinastía Zhou y la moderna literatura tuvo su origen en 1917 con el inicio de la "Revolución literaria", viendo su fin en 1949 con la proclamación de la Nueva China. [vid.]

SUDESTE ASIÁTICO. El término “Sudeste Asiático” está traducido directamente del inglés, proveniente de la South East Asia Command en la Segunda Guerra Mundial, y es una denominación postcolonial de los territorios conocidos como Indochina (Sudeste Asiático continental) y las Indias Orientales (Sudeste Asiático insular o archipiélago malayo). Sudeste Asiático es una de las veintidós subregiones en que la ONU divide el mundo. Está compuesta por once paísesː Birmania, Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia, Timor Oriental y Vietnam. Limita al norte con Asia Oriental, al este con el Océano Pacífico, el Mar de la China Meridional, Micronesia y Melanesia, al sur con el Océano Índico que la separa de Australia, al oeste también con el océano Índico y el Golfo de Bengala, y al noroeste con Asia del Sur. Comprende dos divisiones: la de Indochina (parte continental) y el archipiélago malayo también llamado Insulindia (parte insular). Esta región de Asia es un punto de llegada y de partida de numerosos pueblos, siendo el que posee mayor diversidad lingüística y étnica. Un número importante de familias lingüísticas relevantes de Asia parecen haberse originado en esta región entre ellas, las lenguas sino-tibetanas, las lenguas austronesias, las lenguas austroasiáticas, las lenguas hmong-mien o las lenguas tai-kadai. Respecto a la diversidad étnica, en la región se cruzan poblaciones de fenotipos diversos: el tipo malayo que viene del sur y de las islas, con el tipo oriental o asiático oriental que viene del norte y un tipo constituido por negros, de presencia más antigua en la región y con pequeñas poblaciones que aún subsisten en Filipinas, Malasia, Tailandia y Andamán. [vid.]

ASIA DEL SUR. Asia del Sur o Asia Meridional es una de las veintidós subregiones en que la ONU divide el mundo. Está compuesta por nueve paísesː Afganistán, Bangladés, Bután, India, Irán, Maldivas, Nepal, Pakistán y Sri Lanka. Sus mayores ciudades son: Delhi, Karachi, Bombay y Daca. Limita al norte con Asia Central y Asia del Este, al este con Sudeste Asiático y la bahía de Bengala, al sur y suroeste con el océano Índico, mar Arábigo, golfo de Omán y golfo Pérsico, y al oeste con Asia Occidental. Es la región más poblada de las seis y geográficamente abarca los países comprendidos entre la meseta iraní (al sur del Amu Darya y de Asia Central) y el subcontinente indio (al sur del Himalaya). Desde un punto de vista cultural Asia del Sur constituye el origen de los pueblos indoarios (también llamados arios) de lenguas indoiranias y se halla rodeado por el mundo árabe, los pueblos túrquicos y el lejano Oriente. A pesar de las características comunes descritas, estos países están escasamente cohesionados. Aunque los idiomas nacionales de todos estos países son lenguas indoeuropeas (excepto en Bután) existen grandes grupos no indoeuropeos especialmente en India. Además la zona se halla dividida entre países musulmanes y países de religiones dhármicas. Los principales enfrentamientos que han desestabilizado la zona son las guerras de Afganistán, el conflicto de Cachemira y la Guerra Civil de Sri Lanka. La Asociación Sudasiática para la Cooperación Regional (abreviado ASACR), establecida el 8 de diciembre de 1985 incluye a las naciones de: Pakistán, India, Afganistán, Bangladesh, Nepal, Sri Lanka, y Maldivas. [vid.]