LITERATURA CHINA

Imagen | Escritores de jardín

INTRODUCCIÓN
En ocasiones, la Historia ha clasificado a los distintos pueblos asiáticos en un único grupo debido a las características comunes entre ellos, especialmente en cuanto a la creación literaria. Pero a pesar de su valor histórico y documental, las literaturas de los países asiáticos —que alcanzan una antigüedad muy remota y, en la mayor parte de los casos, se transmitieron por tradición oral (y no fue hasta después de siglos que las literaturas asiáticas quedaron fijadas por escrito)— enlazan con las literaturas clásicas (caso de la India, a través de Grecia) y las occidentales. Siguen a las literaturas del Antiguo oriente (Anatolia, Mesopotamia, Egipto...), las de Asia oriental/Pacífico (China, Japón, Mongolia, Corea...) y las del sur de Asia (India), otras más próximas a nosotros en el tiempo y en el espacio: la persa, la hebrea y la árabe, que tienen a Asia occidental (Arabia Saudita, Irán, Irak, Israel, Jordania, Palestina, Siria, Turquía...) por centros de expansión.
En la Antigüedad encontramos muestras de un evidente interés en un amplio abanico de materias, no sólo en el campo de lo que podríamos llamar filosofía o lenguaje. Tanto Grecia y China como Mesopotamia, Egipto o India, ofrecen distintos aspectos relevantes para nuestro estudio. La amplitud del campo que se nos ofrece hace que no podamos esperar abarcar sino una pequeñísima porción de las ideas y datos que podrían exponerse en relación con los numerosísimos temas sobre estos interesantes territorios.
Cuadro sinóptico de las principales Literaturas asiáticas de mayor antigüedad, por orden de aparición:
Literaturas Asiáticas
  Literatura Mesopotámica (s. XXVII a.C.)

  Literatura Persa (s. XXVI a.C.)

  Literatura Egipcia (s. XXV a.C.)

  Literatura China (s. XXIV a.C.)

  Literatura Japonesa (s. V-VIII)

  Literatura de Mongolia (s. XIII)

  Literatura India (s. XV a.C.)

  Literatura Hebrea (s. XI a.C.)
  Literatura Árabe (s. XI a.C.)

Ninguna manifestación literaria queda más materialmente condicionada en su estudio que la Literatura Asiática de la que ahora nos ocupamos, puesto que sus manifestaciones dependen directamente de la materialidad que las condicionó. Y el condicionamiento primero que no por evidente es menos necesario reseñar es el de la escritura, puesto que ésta no siempre existió ni apareció para todas las civilizaciones bajo la forma que hoy la conocemos. No siempre el papel fue la base sobre la que escribir, dado que no todas las sociedades lo conocían, adaptándose a otra serie de materiales que ofrece la Naturaleza. Las distintas civilizaciones debieron ir recurriendo en la Antigüedad a otros materiales como la piedra, el papiro, el barro o arcilla, la piel, la madera... Bases, por tanto, sobre las que escribir, que han llegado a nosotros en peor o mejor estado de conservación y que, de cualquier forma, imponían una disposición diversa para su consulta posterior: el rollo, la tabla, el prisma, el cilindro hueco… son formas de presentación de unos textos que se consideraban importantes y a los que se prestó decisiva atención en las primeras bibliotecas, aparecidas para su servicio. Nos encontramos así con que gran parte de las manifestaciones literarias de esta época van a estar orientadas a la consecución de un orden social establecido en forma de normas, derechos y deberes; sin embargo, encontramos que pueblos poderosos y ya sedentarios no sintieron tal necesidad, y ello a pesar de conocer la literatura escrita de otros pueblos. Literariamente, el surgimiento de una escritura la llevó a su desarrollo y perfeccionamiento por medio de instituciones y clases sociales adecuadas, y decisiva entre ellas fue la clase sacerdotal y el templo que rige: indudablemente, la literatura religiosa, limitada en un principio a recoger las tradiciones orales, se va acrecentando con nuevas aportaciones intelectuales —especialmente conforme se les va encargando de la enseñanza y conservación cultural—, y deriva paulatinamente a un conocimiento de todas las parcelas útiles para la vida social (agricultura, medicina, astronomía…). Estamos, por tanto, ante las primeras literaturas que el hombre produce y que a nosotros, de una manera u otra, nos han llegado: con el progresivo grado de civilización, tal acervo cultural dará lugar —para pueblos que aún pueden considerarse primitivos, y que luchan por imponerse en su marco geográfico— a las literaturas clásicas, y no sólo en Occidente, sino también, y mucho antes, en Oriente: es el punto de partida para toda una Historia de la Literatura.
LA LITERATURA CHINA
SIGLO XXIV a.C.

"Los aullidos lejanos se mezclan con el murmullo del arroyo.
Cae la lluvia ligera y reaviva la rosa y las flores del melocotonero.
De cuando en cuando pasa rauda la tímida gacela.
Corre suave una fuente,
y el lejano tañer de la campana no turba su murmullo.
Acá y allá los dardos del bambú se clavan en el pecho de la niebla azulada.
En el costado norte del alcor, una cascada cuelga sus espumas.
A visitaros vine, pero no os encuentro.
Retorno melancólico, y apoyo a veces mi flaqueza en el torso robusto de los pinos." 
Li T'ai-Po, Visita a un taoista
Trad. de M. de J. (García López, 1963)
Pocos términos lingüísticos tienen tantos referentes como chino o lengua china, ya que nos servimos de éstos para aludir tanto a las primeras manifestaciones escritas hechas en caparazones de tortuga como a la lengua de hoy en día en sus múltples variantes habladas y escritas, pasando por todas aquellas que se han sucedido a lo largo de los siglos, a pesar de que el chino del primer milenio antes de nuestra era dista tanto del chino estándar actual como el latín del español. Dicha variedad de referentes se debe a que el estudio de todo aquello relacionadocon China debe hacer frente a la dilatada historia de su civilización, así como a su gran extensión territorial, por lo que es difícil encontrar términos unívocos´. Esto se debe, como advierte Sara Rovira (2010: 15) «sobre todo en el ámbito hispanohablante, a la falta de una sólida y dilatada tradición académica sobre Estudios de Asia Oriental, en general, y sobre China, en particular».
Cada pueblo tiene la religión que hereda de los antepasados. Este aforismo ampliamente difundido es en China más cierto que en otros países, pues la primitiva religión, tanto de los chinos como de los pueblos que vivían cerca de ellos, era el culto a los antepasados, y a las fuerzas de la naturaleza, a las que creían dotadas de espíritus propios. Precisamente estas dos religiones primitivas han impregnado de forma evidente los dos sistemas filosóficos y religiosos más importantes de la historia china, respectivamente el confucionismo y el taoísmo. 
Posiblemente la práctica religiosa más extendida en China es el culto a los ancestros. Un culto que de alguna forma se extiende desde las primeras manifestaciones de su cultura, hasta nuestros días, y que se apropia o utiliza las tres religiones principales taoísmo, budismo y confucianismo. Aunque el culto a los ancestros se suele relacionar con el confucianismo, su origen es mucho más antiguo, extendiéndose su práctica a todas las esferas de la vida religiosa china. A lo largo de este tiempo como religión primordial de los chinos, ha pasado a convertirse en la piedra angular de su vida familiar y social, y en la propia esencia alrededor de la que se construye el carácter de cada persona. Desde el pasado remoto los chinos consideraban que la persona estaba formada por un cuerpo y varias almas, que no morían con el cuerpo, sino que tras la muerte pasaban a vivir en el mundo de los espíritus. El origen de hacer ofrendas a los ancestros proviene de una antigua leyenda jino Se creía que los antepasados estaban presentes continuamente, como demostraba la presencia en cada hogar de la tableta de los ancestros, su presencia se hacía más evidente durante algunas festividades y celebraciones, cuando se creía que compartían las ofrendas que sus descendientes les proporcionaban. Pero si a estos ancestros no se les proporciona las cosas que necesitan, se enfadan y podían hacer daño a sus descendientes, pues se convertían en demonios. Los ancestros de los clanes más poderosos, de los clanes reales, se convirtieron en los tiempos antiguos, en los dioses de todos sus súbditos. Restos de estas creencias primitivas se encuentran en muchos textos de época remota. 
Aunque la literatura india sea, quizá, la que mayor influencia ha ejercido en la cultura occidental a través de Grecia, debió estar influida a su vez por la literatura china, a la que se supone una antigüedad de milenios. El documento más antiguo que se conoce de la Literatura China es una inscripción del emperador Yao, que data del año 2400 a.C., y que se cree producto de una tradición ya entonces secular. Muy posteriores a esta época son los grandes filósofos Lao Tse (siglo VII a.C.) y Confucio (siglo VI a.C.), y, entre otros muchos, el famoso poeta Li-T'ai-Pe (siglo VIII d.C.). 
Las tradiciones ancestrales sobre deidades femeninas: No obstante, en las tradiciones más remotas de las etnias minoritarias de China abundan también los relatos que destacan el papel creador y civilizador llevado a cabo por diosas o deidades femeninas. Adentrándose en el misterio que aún encierra el papel protagonista de la mujer en el origen y desarrollo social de la humanidad. En el corazón de la mitología femenina de los pueblos de China, se encuentran textos con sus mitos más representativos, la mayoría de los cuales nunca se han traducido a ningún idioma europeo, y cuyas características principales, propias de sociedades matriarcales, junto con las transformaciones que las hicieron desaparecer aún son un enigma para Occidente. Los relatos que integran esos textos, recopilados a lo largo y ancho de la inmensa geografía china, pertenecientes a pueblos que vivieron en ambientes muy distintos y hablaban una gran variedad de lenguas adscritas a distintas familias, mostraban a la diosa como protagonista de la mitología, como pieza fundamental en el desarrollo de las primeras sociedades humanas y en el nacimiento de la cultura primigenia que comenzó a diferenciar al hombre de los animales. Los nombres de aquellas diosas eran: Miliujia (la diosa creadora de los Zhuang); Miluotou (la diosa de los Bunu Yao); Yaxian (la diosa creadora de la humanidad, un mito de los Shui); La Chica del Sol (origen de los Elunchunes); Amoyaobai (la diosa de los Jino); La madre Taporang (creadora de la humanidad entre los Hani); Ema (diosa de los Hani); La leyenda de la creación del mundo de los Ewenki, que daría lugar a una diosa del mundo; El origen de las ramas de los Deang, de donde saldría la diosa de las ramas;  La diosa del Cielo, otra creadora del mundo para los Uygur; Maider (creadora del cielo y la tierra); El mito de los mongoles Oiratos sobre la diosa del cielo; Fragmentos de "La guerra del paraíso", un mito manchú sobre la diosa de la guerra; La diosa del Arroz de los Wa; La diosa de la creación del cielo y la tierra entre los Miao; La diosa Shatianba que creó el mundo entre los Dong; Nuwa (creadora de la especie humana); La diosa civilizadora de la caza para los Nu; La diosa del Sol de los Jingpo; Baiyungege, la diosa manchú; Fugulun, madre de los manchúes; La Mujer Pájaro. Un cuento de los Dai; La Muchacha Elefante. Un cuento de los Dai; La Mujer Dragón (cuento Dai); La bondad de la diosa. Leyenda de los mongoles; La diosa del Arroz entre los Dai y la diosa Tana de los Pumi... 
En tiempos del matriarcado, existió una leyenda conocida como "Canción de los antepasados del mundo", cuya narración fue elaborada por los Yi. Los Bulang, otro pueblo chino, poseía una diosa cuyo legado había sido concederles el cielo bajo el que habitar. Otra diosa, la hija del dios del Lago, fue conocida y venerada en China, junto a la princesa Pargo Rojo, protagonista de un cuento chino muy respetado en toda Asia. El origen de la medicina entre los Yi nos adentra en un mundo de magia y farmacología que nada tiene que envidiar al de los antiguos egipcios, y el origen de la gente, según los Pumi, nos transporta a un mundo de fantasía donde los animales domésticos fueron siendo depositados en los hogares de Oriente a través de las mujeres, según la antigua narración de los Wa.
Otra serie de leyendas ancestrales nos narra el fin de las "Amazonas", en una sección de cuentos que comienza con Cuoriapu, quien logró conquistar el Reino de las Mujeres. Una leyenda de los Yi que sigue la línea de las anteriores ("Canción de los antepasados" y "El origen de la medicina"); Cómo los hombres se hicieron inteligentes es un cuento Lisu y nos narra el despertar de la ciencia en China, muy unida a las creencias religiosas y espirituales; El fin de la edad dorada de las mujeres es una de las más conocidas Leyendas chinas, así como Tres historias de los cinturones deang, o Shilaete, la joven china que consigue un padre, una leyenda elaborada por los Nosu (Ceinos Arcones, 2007) 
La dinastía Zhou (1.122 a 221 a.C.) es la más larga de la historia de China y destaca por ser el período de oro del pensamiento chino, surgiendo en él las grandes obras de la literatura clásica china. Los Zhou se presentan como generadores de un cambio radical del mundo, sus dirigentes son sabios y virtuosos en contraste con la “ineptitud” y “depravación” de los Shang. Esta visión se debe al concepto de Mandato Celestial. Creían en una deidad esencial, el cielo –tian-, cuyo mandato –tianming- se podía conferir a cualquier familia que moralmente fuese digna de merecerlo. Por lo tanto, si un rey era moralmente incorrecto debían retirarlo de su cargo ya que había perdido el ming. El comienzo de esta dinastía se dio mediante una forma de actuar totalmente opuesta y contradictoria al pensamiento confuciano. Los Zhou, siendo vasallos de los Shang, ejercieron una rebelión rompiendo con la lealtad que le debían. A pesar de esto, los Zhou heredaron la mayor parte de la cultura anterior (Shang). 
Los primeros documentos provienen de la dinastía Zhou. De muchos períodos de la historia de China se conservan obras de todo tipo (tratados filosóficos, libros de historia o recopilaciones de poemas), que nos permiten conocer el pensamiento y la vida de épocas muy antiguas.La tradición literaria de China no es de las más antiguas del mundo. Es superada en miles de años por las tradiciones literarias del Cercano Oriente y Egipto. Sin embargo se puede afirmar que es la tradición que puede presumir de mayor continuidad a lo largo de la historia. Tambien se pude decir que enedis en el siglo 20 vendia mucho merengon en la plaza principal Los primeros testimonios literarios, o al menos considerados literarios en China, son las inscripciones encontradas en los caparazones de tortuga utilizados para adivinar durante la dinastía Shang (siglo XVI a XI a.C.) y las oraciones grabadas en los bronces sacrificiales de esa misma dinastía. En estas inscripciones ya aparecen los primitivos caracteres chinos, que con sus variedades y evoluciones se seguirán utilizando hasta hoy en día. La literatura china abarca una asombrosa variedad de géneros, muchos de los cuales habitualmente no son considerados obras literarias en Occidente. Una buena muestra de los mismos, y la forma en que deben utilizarse se puede tener con la lectura del libro "El Corazón de la Literatura y el Cincelado de Dragones", una ambiciosa obra de crítica literaria escrita por Liu Xue que en el siglo V de nuestra era que nos permite asomarnos al complejo mundo literario de la China antigua. 
En la actualidad se denominan textos chinos clásicos, o textos canónicos chinos, a aquellos textos chinos anteriores a la dinastía Qin, especialmente los textos del neoconfucianismo de los Cuatro libros y cinco clásicos, una selección de libros cortos y capítulos de la voluminosa colección denominada los Trece clásicos. Todos los textos previos a la dinastía Qin fueron escritos en chino clásico. Como cánones se los denomina colectivamente jing. En un sentido amplio, los textos clásicos chinos comprenden textos escritos ya en chino vernáculo o chino clásico, que existían con anterioridad a 1912, cuando la última dinastía imperial china, la dinastía Qing, cesó de existir. Los textos incluyen shi (obras históricas), zi (obras filosóficas correspondientes a trabajos de escuelas de pensamiento distintas del Confucianismo, pero también obras sobre agricultura, medicina, matemáticas, astronomía, adivinación, crítica del arte, y todo tipo de escritos de temas diversos) y ji (obras literarias) al igual que jing. Durante las dinastías Ming y Qing, los Cuatro libros y cinco clásicos eran de estudio obligatorio por aquellos estudiosos del Confucianismo que quisieran acceder a puestos como oficiales del gobierno. Toda discusión sobre temas políticos abundaba en referencias a estos antecedentes, y no se podía ser un burócrata, y ni siquiera un oficial militar, sin conocerlos. Por lo general, los niños primero estudiaban los caracteres chinos mediante la memorización de los Clásicos de tres caracteres y los Cien apellidos de familia, y luego memorizaban otros clásicos, para así poder ascender en la jerarquía social. Estos textos naturalmente se dividen en dos períodos, antes y después del "Incendio Qin", cuando muchos de los textos originales, especialmente aquellos del Confucianismo, fueron quemados como parte de una purga política. 
Textos antiguos chinos, anteriores al año 221 a.C. son Los clásicos del Confucianismo; Los cuatro Libros; El Gran Saber (un capítulo del "Clásico de los ritos"); La Doctrina de la medianía (otro capítulo del "Clásico de los ritos"): Las Analectas de Confucio, una obra con 20 capítulos conteniendo diálogos entre Confucio y sus discípulos, registrados por estudiosos posteriores a Confucio; El Mencio, un libro sobre anécdotas y conversaciones de Mencio, un discípulo de Confucio. Los Tres Ritos son los tres textos rituales antiguos que se identifican entre los clásicos del confucianismo, un registro de las formas y ceremonias del Zhou Occidental, y una restauración de la copia original luego del quemado de los textos confucianos en el 213 a.C. El Clásico de los Ritos: los ritos de Zhou; El Yili "Etiqueta y Ritos"; El Clásico de la Historia (una colección de documentos y discursos de las dinastías Xia, Shang y Zhou Occidental y el período anterior que contiene ejemplos de la prosa china antigua).
Los Anales de Primavera y Otoño es cronológicamente el anal más antiguo; consiste en unas 16.000 palabras, registra los eventos en el Estado de Lu desde el 722 a.C. al 481 a.C., con condenas de las usurpaciones, asesinatos, incestos, etc. El Zuo Zhuan (Comentario de Zuo) es un informe diferente sobre los mismos eventos relatados en los Anales de Primavera y Otoño con unas pocas diferencias significativas. Cubre un período más largo que los Anales de Primavera y Otoño. El Clásico de la Música a veces denominado el sexto clásico; se extravió por la época de la dinastía Han. El Shan Hai Jing, una colección de cuentos míticos de varios sitios.
Posteriores al año 206 a.C.: 
Las Veinticuatro Historias, una colección de historias, que incluyen los Registros del Gran Historiador de Sima Qian y el Libro de Han de Ban Gu.
Las Estrategias de los Estados Guerreros, atribuido a Liu Xiang.
Los Anales de la Primavera y el Otoño de los dieciseis reinos, un registro histórico de los Dieciséis Reinos, atribuido a Cui Hong, se ha perdido.
El Shiming, es un diccionario compilado por Liu Xi hacia finales del siglo segundo.
Los Diálogos entre Li Jing y Tang Taizong, atribuido a Li Jing
El Espejo exhaustivo para ayudar a gobernar, cuyo editor principal es Sima Guang.
Los Anales de la Primavera y el Otoño de Wu y Yue, un registro histórico de los estados de Wu y Yue durante el periodo de Primavera y Otoño, atribuido a Zhao Ye.
El Jiaoshi Yilin, una obra organizada siguiendo el I Ching, compuesta durante la Dinastía Han Occidental y atribuida a Jiao Yanshou.
Los Nueve capítulos del arte de las matemáticas, un libro chino sobre matemáticas compuesto por varias generaciones de estudiosos de la dinastía Han.
El Clásico de los mil caracteres, atribuido a Zhou Xingsi.
El Tratado sobre astrología de la Era Kaiyuan, compilado por Gautama Siddha, es una enciclopedia china sobre astrología y adivinación.
El Shitong, escrito por Liu Zhiji, una obra sobre historiografia.
El Tongdian, escrito por Du You, un texto contemporáneo sobre la dinastia Tang.
El Tang Huiyao, compilado por Wang Pu, un texto basado en la historia institucional de la dinastia Tang.
Los Grandes registros Tang sobre las regiones Occidentales, compilado por Bianji; a recount of Xuanzang's journey.
El Miscellaneous Morsels from Youyang, escrito por Duan Chengshi, recoge: historias fantásticas, anécdotas, y costumbres exóticas.
Los Cuatro grandes libros de Song, una expresión que hace referencia a las cuatro grandes recopilaciones durante los comienzos de la dinastía Song.
El Siku Quanshu, la más grande recopilación de literatura sobre historia de China.
Los Nuevos cánticos de la Terraza Jade, una colección de poemas del período de las Seis dinastías.
El Quantangshi, o Colección de poemas Tang, compilados durante la dinastia Qing, publicado en el año 1705.
Los Cinco Clásicos son cinco antiguos libros chinos relacionados con Confucio. Durante más de 2000 años estos libros se utilizaron como autoridad sobre la sociedad, el gobierno, la literatura y la religión en China. Los estudiantes chinos normalmente estudiaban los cortos Cuatro Libros antes de estudiar los Cinco Clásicos, los cuales consisten en el I Ching ("Clásico de los Cambios"), el Shujing ("Clásico de la Historia"), el Shi Jing ("Clásico de la Poesía"), el Liji ("Colección de los Rituales") y el Chunqiu (Anales de primavera y otoño). 
Shī Jīng
Los Cinco Clásicos fueron enseñados desde el año 136 a.C., cuando el Confucianismo se volvió la ideología de estado en China, hasta principios del siglo XX. El domino de los textos era requerido para que cualquier hombre de letras accediese a un puesto de trabajo en la vasta burocracia gubernamental. Después de 1950 sólo algunos textos escogidos fueron aleccionados en escuelas públicas. El Clásico de poesía (Shī Jīng) es un libro perteneciente a los Cinco Clásicos que Confucio enseñaba. También se le conoce por el nombre de Libro de las odas. Está formado por 305 poemas divididos en 160 canciones populares, 74 canciones para festividades cortesanas, 31 canciones para ceremonias cortesanas más solemnes y 40 himnos y eulogías, cantadas en las ceremonias de sacrificio a los dioses y espíritus ancestrales de la casa real. Esta obra se considera tradicionalmente una recopilación realizada por el propio Confucio. Su primera traducción al español la hizo el sinólogo jesuita Carmelo Elorduy (Romancero chino. Editora Nacional, Madrid, 1984).
La literatura china tiene una historia que se remonta desde los más antiguos archivos oficiales dinásticos conservados hasta las obras de ficción surgidas durante la dinastía Ming para el entretenimiento de las masas letradas de China. Se calcula que hasta el siglo XVII se habían producido en China más textos escritos que en el resto del mundo. La difusión de la técnica de la impresión xilográfica durante la dinastía Tang (618-907) y la invención de la imprenta de tipos móviles por Bi Sheng (990-1051) durante la dinastía Song (960-1279) permitió una propagación sin precedentes del conocimiento escrito por toda China. La literatura china ha influido de forma extraordinaria en la literatura de países cercanos, especialmente Japón y Corea. Algunas obras de la literatura china son muy populares y se reeditan constantemente en todo el mundo, como por ejemplo el Dào Dé Jing o El arte de la guerra. Durante siglos la literatura china ha sido no sólo una reflexión sobre la sociedad y la vida, sino que también ha tenido un fuerte contenido político. Muchos literatos eran altos funcionarios o filósofos que estudiaban y proponían nuevas formas de gobierno para China.
Entre los filósofos cuyos textos tienen un gran valor literario, a la vez que político y moral, se cuentan personajes de la fama y la reputación de Confucio, Laozi (supuesto autor del Dào Dé Jing), Zhuangzi, Mencio y Mozi. También la obra de Sunzi, El arte de la guerra (Sunzi bingfa) no es sólo, como su nombre indica, un manual militar, sino también una obra de gran valor literario. De los filósofos citados anteriormente seguramente el más influyente ha sido Confucio y su escuela, puesto que el confucianismo fue elevado a la categoría de religión de estado durante la dinastía Han. Se trata de un éxito impensable para un filósofo, que, como otros muchos de su época, vagaba de reino en reino ofreciendo sus servicios a los mandatarios para aconsejarles en las tareas de gobierno, sin conseguir que le hicieran demasiado caso o le nombraran para un cargo importante.
Textos clásicos chinos
Los Cinco Clásicos son: El clásico de la poesía también conocido por el nombre de Libro de las odas. Está formado por 305 poemas divididos en 160 canciones populares, 74 canciones para festividades cortesanas, 31 canciones para ceremonias cortesanas más solemnes y 40 himnos y eulogías, cantadas en las ceremonias de sacrificios a los dioses y espíritus ancestrales de la casa real. Esta obra se considera tradicionalmente una recopilación realizada por el propio Confucio. El clásico de la historia, una recopilación de documentos y discursos supuestamente escritos por mandatarios y funcionarios de las dinastías Xia, Shang y Zhou Occidental. Contiene ejemplos de prosa china temprana. El clásico de los cambios, también llamado Libro de los cambios o Libro de las mutaciones. Es un manual de adivinación basado en el significado de ocho trigramas, atribuido al emperador mítico Fu Xi. Estos trigramas están compuestos de tres líneas paralelas rectas. Cada una de ellas puede ser continua o discontínua. En la época de Confucio también se usaban combinaciones de dos trigramas, dando lugar a los conocidos 64 hexagramas. El clásico de los ritos describe ritos antiguos. Los anales de las primaveras y los otoños. Es un registro histórico del estado de Lu, donde nació Confucio, al que se le atribuye la obra. El título da nombre a una etapa de la historia de China, Primaveras y Otoños, anterior a la unificación bajo la dinastía Qin. El clásico de la música se denomina a veces el sexto clásico, pero está perdido desde los tiempos de la dinastía Han. Los cuatro libros confucianos son: La gran enseñanza, forma parte de El clásico de los ritos. La doctrina del justo medio. Forma parte de El clásico de los ritos. Las analectas, libro de dichos de Confucio recopilado por sus discípulos.
Mencio es la romanización del nombre del famoso filósofo confucionista que fue considerado el más importante después de Confucio. Obsérvese que en varias obras anteriores aparece el sinograma 经 (Jīng) que significa libro canónico o clásico. El sinograma 书 (Shū) significa o designa libro a secas. Tanto los cuatro libros confucianos como los cinco clásicos eran objeto de estudio obligado para los eruditos confucianos. El taoísmo es una corriente filosófica casi contemporánea del confucianismo. A menudo los eruditos taoístas y confucianos competían para obtener el favor de los mandatarios y gobernar siguiendo las enseñanzas de sus respectivas escuelas filosóficas.
Clásicos taoístas:
El clásico de la vía y la virtud (Dao De Jing). Resulta muy difícil traducir los términos chinos 道 (Dao) y 德 (De), por este motivo la obra es más conocida en occidente por el nombre de Daodejing o, incluso, por el de una romanización más antigua Tao Te Ching. Es atribuido a Lao Zi, aunque se duda que llegara a existir. El clásico de la perfecta vacuidad, se atribuyó a Lie Zi, y Zhuang Zi fue atribuido al filósofo del mismo nombre. Hay otras muchas obras antiguas consideradas clásicas en cuyo título incluso aparece el sinograma 经 (Jīng), pero no se pueden adscribir a las categorías anteriores. Existen obras cortas pensadas para facilitar el aprendizaje de los niños, como El clásico de los tres caracteres (三字經 San Zi Jing): un manual confuciano, para niños, escrito en versos de tres sinogramas. Servía para familiarizar a los niños con la doctrina confuciana y enseñarles algunos sinogramas importantes. El clásico de los mil caracteres (千字文). En este texto aparecen mil caracteres sin que se repita ninguno. Servía para aprender los sinogramas más usuales. Los cien apellidos. Consta de 100 sinogramas correspondientes a los apellidos chinos más comunes. Uno de los libros chinos más traducidos y comentados en occidente es: El arte de la guerra (孙子兵法 Sunzi bingfa) de Sunzi. Merece ser destacado también el poeta Qu Yuan (屈原) y su obra Chuci (楚辭, Las elegías de Chu).
Dinastía Han
La obra más destacable del periodo de la dinastía Han es el libro titulado las Las memorias históricas (Shĭ Jì) de Sima Qian. Su interés radica en la gran influencia que ha tenido en la historiografía china posterior puesto que fue tomado como modelo para elaborar textos históricos y en su gran valor literario. La mayoría de los textos en prosa son dedicados a temas políticos o daban consejos a los gobernantes.
Dinastía Tang
La época de la dinastía Tang es considerado como la más brillante, culturalmente, de la historia de China, tanto es así que muchos chinos afirman socarronamente que China está en decadencia desde el final de la dinastía Tang (año 907 d.n.e.). Las buenas condiciones socioeconómicas de la época permitieron un desarrollo literario sin precedentes. La literatura de esta época, especialmente la poesía, ejerció una gran influencia y gozó de gran prestigio en el vecino Japón de la era Heian.
Poesía
Se cultivaron especialmente los versos pentasílabos y heptasílabos, que en el caso de la lengua china corresponden a versos de cinco y siete sinogramas respectivamente, puesto que cada sinograma representa una sílaba. Las formas poéticas más cultivadas fueron especialmente los Lüshi (poemas de ocho versos) y los Jueju (poemas de cuatro versos). Se hizo una recopilación de poemas titulada Todos los poemas Tang con más de 48.900 poemas de más de 2200 autores. Entre los poetas más destacados se encuentran Li Bai, Du Fu y Bai Juyi.
Li Bai fue considerado un genio, ya en vida, y frecuentaba los ambientes más distinguidos de la época, incluido el palacio imperial. Su forma de vivir, poco acorde con las normas de la época, le impidió seguir la carrera funcionarial típica de los eruditos chinos. Recorrió el país inspirándose en las gentes y las tierras que iba conociendo. Aún hoy disfruta en China de una gran reputación.
Prosa
Una importantísima corriente literaria de la época Tang es el Movimiento por la lengua antigua. Los partidarios de dicho movimiento propugnaban un retorno al estilo literario de la época Han y anterior, que era más claro y preciso, menos artificioso que el que imperaba en aquel momento. Muchos literatos adeptos fueron destacados ensayistas. Entre ellos destacan Han Yu y Liu Zongyuan. Han Yu era considerado el mejor escritor chino de todos los tiempos por el renombrado orientalista Arthur Waley. Junto con Ouyang Xiu, Su Xun, Su Shi, Su Zhe, Wang Anshi, Zeng Gong, son conocidos como los ocho maestros de la prosa china.
Cuatro novelas clásicas 
Romance de los Tres Reinos (1330) de Luo Guanzhong.
A la orilla del agua (1573) de Shi Nai'an y Luo Guanzhong
Viaje al Oeste (1590) atribuido a Wu Cheng'en.
Sueño de las mansiones rojas también llamado Sueño en el pabellón rojo (1792) de Cao Xueqin y Gao E
Literatura moderna y contemporánea
De acuerdo con Cao Wenxuan, la literatura china moderna tuvo su origen en 1917 con el inicio de la "Revolución literaria" y vio su fin en 1949 con la proclamación de la Nueva China.
En cuanto a la literatura contemporánea un referente interesante es Lisa See, quien no nació en China pero es de origen chino, pertenece a una primera generación nacida en occidente por lo que conserva viva la cultura china. Ella misma enfatiza que pese a sus raíces occidentales, es china en su corazón, toda vez que su familia se aferró a los usos y costumbres tradicionales. Esta escritora nacida en París, Francia, creció en el barrio de Chinatown en Los Angeles, California. El contacto con su abuela y las historias de esta, la llevaron a profundizar en algunos aspectos muy concretos de la cultura china previa al Kuomintang. Snow Flower and the Secret Fan es su obra más conocida. El eje central de la novela es un aspecto de la China feudal, la utilización del Nu Shu, un lenguaje caligráfico encriptado, utilizado por las mujeres como medio de expresión entre ellas para crearse una libertad relativa respecto a la sociedad masculina, pero también como una vía de escape para canalizar sus emociones. 
La tradición oral china registra que el Nu Shu se mantuvo en secreto por un siglo. Actualmente el gobierno chino mantiene abierta una escuela de Nu Shu en Puwei. La trama de la novela de Lisa See se lleva a cabo principalmente en la localidad de Tongkou, durante la China del siglo XIX. Las protagonistas son dos niñas, Snow Flower y LiLy, a quienes sus familias unen como laotong, una forma de amistad femenina muy íntima, o "hermandad de mujeres" según cita Zhao en un ensayo citado por Flora Bottom. La relación de laotong es perenne, para encontrar al par ideal había que encontrar una serie de coincidencias entre ambas candidatas, desde el empate en sus fechas de nacimiento, a ocupar el mismo lugar en orden de nacimiento de la familia o tener el mismo tamaño de pies. Se denomina a esta unión como "matrimonio emocional".
En otro orden de cosas, nos encontramos con el 8 de marzo de 1421, una fecha concreta que alude a la salida desde China de la flota más grande que habían visto los tiempos: 107 juncos, algunos de casi 150 metros de eslora, iban a devolver a sus países de origen a los dignatarios que habían ido a rendir homenaje al emperador Zhu Di; posteriormente, debían recaudar tributos de los bárbaros a lo largo y ancho de los mares. Los distintos almirantes de la flota visitaron las costas americanas setenta años antes que Colón, descubrieron Australia trescientos cincuenta años antes que Cook y circunnavegaron el globo cien años antes que Magallanes. Sin embargo, a su regreso en 1423, la flota se encontró con que el emperador había sido derrocado y se regresaba al aislacionismo tradicional. Los resultados del épico viaje fueron condenados al olvido.
 BIBLIOGRAFÍA
CEINOS, Pedro. Historia breve de China. Sílex, Madrid, 2003. 
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