LITERATURA DE MONGOLIA

SIGLO XIII 
"Tengo la sombra de densos abetos
Al pie de altos bosques.
¡verano de las distantes llanuras,
regresa a nosotros un día!

Tengo la sombra de perfumados pinos
Al pie de picos silenciosos,
¡Sol de las distantes llanuras,
regresa a nosotros un día!

Tengo la sombra de álamos plateados
Junto a transparentes arroyos.
¡Limo y pasto de las distantes llanuras,
regresen un día a nosotros!" 
Canto mongol, de autor desconocido
Traducción de Arturo Carrera 
Mongolia es el país menos densamente poblado del mundo: dominado por estepas y montañas al norte y oeste, y el desierto de Gobi al sur. De los 2,8 millones de habitantes que posee, la mayoría son nómadas y seminómadas. Un 90% de los habitantes son de la etnia mongol, con una minoría de etnias túrquicas como el kazajo. El budismo tibetano es la religión mayoritaria del país, siendo junto con Bután las únicas naciones independientes donde esta religión es predominante. Aunque perduran vestigios de antiguas culturas, como asentamientos de la Edad de Piedra, la mayoría del folclore tradicional del país se ha ido perdiendo en generaciones sucesivas. Los primeros trabajos literarios de Mongolia son epopeyas y crónicas históricas. La crónica imperial, la Historia secreta de los mongoles (c. 1240) versa sobre la vida de Gengis Kan. Las crónicas históricas del siglo XVII comprenden relatos tradicionales dentro del contexto de Asia central. En el siglo XX el autor Byambyn Rinchen influye en buena manera la literatura en mongol e introduce trabajos de varios autores europeos en el país.
Actualmente, la República de Mongolia está apoyando la cultura nacional y patrocina escuelas de teatro y arte, así como un teatro nacional de música y arte dramático. Los archivos estatales de Mongolia y la Biblioteca Pública del Estado, con tres millones de volúmenes, están en Ulan-Bator. En la capital también se encuentran el Museo Central Estatal, que contiene tesoros artísticos y antigüedades; el Museo de Bellas Artes, con una colección de pinturas y esculturas, dos museos que exhiben detalles del movimiento, y el Museo de la Religión, con una colección de reliquias lamaístas. La cultura de Mongolia ha sido fuertemente influenciada por la forma de vida nómada de los mongoles. Otras influencias importantes provienen del Tibet y, en particular, del budismo tibetano, así como de China. Desde el siglo XX, la cultura rusa y, a través de ella, la europea ha tenido un gran efecto en Mongolia. No solo Gengis Kan, sino también los pueblos nómadas han influenciado en las bellas artes mongolas. En el siglo XVII, el budismo tibetano o lamaísmo se convirtió en la religión dominante en Mongolia. El chamanismo tradicional fue, excepto en algunas regiones remotas, suprimido y marginalizado. Por otra parte, varias prácticas chamánicas, como la adoración ovoo, fueron incorporadas en la liturgia lamaísta. El lamaísmo ha sido a menudo acusado de poco moral y ha sido responsabilizado por ser la principal causa del atraso de Mongolia por los observadores extranjeros a fines del siglo XIX e inicios del XX; sin embargo, el rol del budismo generalmente no es cuestionado por la población mongola. El budismo tibetano es una religión ritualista con una gran cantidad de dioses y diosas, que inspiraron la creación de objetos religiosos, incluyendo imágenes en pinturas y esculturas.
Tras las purgas estalinistas en los años 1930, tanto el budismo tibetano como el chamanismo fueron virtualmente ilegalizados en la República Popular de Mongolia. En la Región Autónoma de Mongolia Interior, la religión tradicional fue fuertemente afectada por la Revolución Cultural. Desde la década de 1990, variantes del Cristianismo están tratando de ganar terreno en Mongolia. Además, en torno al 4% de la población es musulmana. Antes del siglo XX, la mayoría de las obras artísticas en Mongolia tenía una función religiosa y, por lo tanto, las bellas artes mongolas fueron fuertemente influenciadas por los textos religiosos. Las thangkas fueron usualmente pintadas o hechas en técnica de aplicado inverso. Las esculturas de bronce solían mostrar deidades budistas. Varias obras importantes fueron atribuidas al primer Jebtsundamba Kutuktu, Zanabazar.
A fines del siglo XIX, pintores tales como Marzan Sharav utilizaron estilos de pintura más realista. Durante el período socialista, predominó el realismo socialista en la pintura. Entre los primeros intentos de introducir el modernismo en las bellas artes de Mongolia se encuentra la pintura "Ehiin setgel" (Amor de madre), creada por Tsegmid en los años 1960. El artista fue purgado y su trabajo, censurado. Todas las formas de bellas artes solo pudieron florecer a partir de la Perestroika a fines de los años 1980. Otgonbayar Ershuu es un importante pintor de nuestro tiempo. Él fue retratado en la película zurag.
Mongolia (en mongol: Монгол Улс, romanización: Mongol Uls) es un país soberano, sin acceso al mar, situado entre las regiones de Asia Oriental y Asia Central. Limita con Rusia al norte y con China al sur. Su capital es Ulán Bator, en donde reside un tercio de la población total.
Esta nación hunde sus raíces en el antiguo Imperio Mongol que dominó gran parte de Asia durante el siglo XIII. Posteriormente perdió su independencia al ser asimilado por Manchuria de finales del siglo XVII a 1911, año en que recuperó brevemente su independencia, hasta que en 1919 las tropas chinas ocuparon su capital. En 1921, con la ayuda de la Unión Soviética, volvió a independizarse y tres años más tarde, en 1924, se proclama la República Popular de Mongolia, adoptando políticas comunistas y, de hecho, considerándose un estado satélite de la Unión Soviética.4 Sin embargo, tras la disolución de la Unión Soviética en 1991, Mongolia aprueba en 1992 una constitución liberal que marca la transición a la democracia representativa y en la que el país cambia el nombre a Mongolia.
Literatura mongol se refiere a la literatura, oral o escrita, producida en Mongolia por origen mongol de escritores y la escritura en Mongolia. El más antiguo texto literatura mongol es La Historia Secreta de los Mongoles, que data del siglo XIII. En ese momento la literatura tiene una fuerte historiográfico dominante, ya que permite la aristocracia Mongol basar su legitimidad política. En el siglo XVII la literatura historiográfica produce obras de alta calidad tales tobci Altan y Erdeni-jin tobci. La literatura de la época es entonces principalmente la poesía popular a menudo acompañado en las voces. 
A partir del siglo XIII, un cierto trabajo de la India, China o el Tíbet y en la religión se traducen. Este fenómeno está creciendo desde el siglo XVI hasta llegar a su punto máximo en los siglos XVII y XVIII con textos históricos y literarios. 
En la segunda mitad del siglo XIX, los hombres de letras, a menudo de los clérigos comenzaron a escribir obras puramente literarias. Vanchinbalyn Inyinash es considerado el primer novelista de Mongolia. Otros escritores son más propensos a la poesía como Dulduityn Danzanravjaa, Gunransa Vanchinbali, Gelegbalsan, Hishigbat, Danzanvanjil. Todos los involucrados en la renovación de la literatura mongol. El padre de la literatura contemporánea de Mongolia es Dashdorjiin Natsagdorj, poeta nació en 1906 y murió en 1937. Natsagdorj es famoso por sus poemas y especialmente su poema Mi Patria glorificando paisajes de Mongolia. La independencia del país en 1921 se desarrollará la literatura mongol que encuentra la literatura rusa, sino también los realismo "países hermanos" socialistas soviéticas. Sodnombaljiryn Buyannemekh es parte de este movimiento antes de ser liquidado en una purga. Tsendiin Damdinsuren es un famoso autor) pero fue su trabajo de modernización de Mongolia que marca la literatura. Byambyn Rinchen participa también en las obras de renovación de la lengua. Por otra parte, refleja muchos autores extranjeros como Nazim Hikmet, Guy de Maupassant, Máximo Gorki, Vladimir Mayakovsky y Mikhail Sholokhov.
Los principales escritores de Mongolia de la segunda mitad del siglo XX son Sodnombaljiryn Buyannemekh, Dondogiin Tsevegmed, Chadrabalin Lodoidamba o Begzyn Yavuukhulan, Sonomyn Udval, Lodonguin Tudev. Galsan Tschinag, escritura mongol en alemán, es que los escritores mongoles contemporáneos más conocidos.
Chadrabalin Lodoidamba (en cirílico mongol Чадравалын Лодойдамба); 1917-1970) escritor mongol. Nació en la provincia de Govi-Altay (aymag) en 1917. En 1954, se licenció por la Universidad Nacional de Mongolia (Монгол Улсын Их Сургууль, Mongol Ulsyn Ikh Surguul) y publicó su primer cuento "Malgait Chono" (El lobo y la gorra). La versión que llevó al cine de una de sus obras, El Tamir transparente (1970-1973) dirigida por Ravjagiin Dorjpalam cosechó gran éxito. 
Yünsiyebü Byambyn Rinchen (En cirilico: "Еншөөбү овогт Бямбын Ринчен" o "Ринчин"), también conocido como Rinchen Bimbaev en Rusia (1905 - 1977). Autor y académico mongol. Fue uno de los fundadores de la literatura mongola moderna. Tradujo al mongol varios autores de Occidente y cultivó estudios en otras áreas como la lingüística, la historia y la etnografía. Byambyn Rinchen nació en 1905, en lo que actualmente es el distrito de Altanbulag, en el aymag (provincia mongola) de Selengue. Descendía de la antigua aristocracia de los Yunshiyebu (Yünsiyebü). Perteneció a los escritores más importantes de su país. Debutó en 1923 en la prensa literaria, y sus poesías, novelas, ensayos e historias cortas han tenido un impacto significativo en el desarrollo de la literatura mongola. Cursó estudios en Europa, concretamente en Leningrado (hoy San Petersburgo), a los veinte años y se doctoró en 1956 por la Universidad Eötvös Loránd de Budapest. Fue durante dicha estancia que promovió los primeros conocimientos de la lengua mongola en Occidente. También escribió en francés. Fue el primer editor del diario "Noticias de Mongolia". Murió en 1977 en Ulán Bator, la capital de Mongolia. Posee un monumento en la entrada de la biblioteca central de aquella ciudad. Como lingüista y traductor Rinchen dominaba los idiomas ruso, checo, francés, inglés, alemán, esperanto y polaco. Fue autor de varias novelas e historias cortas, incluyendo obras consideradas como clásicos en la literatura mongola moderna, tales como: "Anu Hatan" (La Reina Anu), "Ber Ceceg" (La Flor y la Novia), "Nuucyg Zadruulsan Zahia" (Carta de traición) y "Shüherch Buniya" (Buniya, el paracaidista). Gozan también de renombre su serie de novelas históricas que comprenden: "Zaan Zaluudai" (ambientado en la prehistoria), "Ih Nuudel" (La gran migración, novela sobre los hunos), "Sandoo Amban" (situada a inicios del siglo XX) y su novela "Üüriin tuyaa" ("Amanecer", sobre la revolución y la historia mongola reciente al momento) que se publicó en ruso y checo. Como traductor llevó a las letras mongolas obras de Gorki, Mayakovsky, Shólojov, Maupassant y Hikmet, popularizándolos y haciéndoles más accesibles en Mongolia. Entre otras obras, tradujo del polaco al mongol: poemas selectos de Adam Mickiewicz (1955), "Cenizas y Diamantes" de Jerzy Andrzejewski (1978) y "Nuevo Amor" (Nowa miłość i inne opowiadania) de Jarosław Iwaszkiewicz. También inició la traducción de "Pan Tadeusz", poema épico de Mickiewicz. Józef Ignacy Kraszewski representó un impacto en su propio historial de trabajo. Recibió la medalla al "Mérito de la Cultura Polaca". También escribió la película "Chogtu Hong Tayiji" que le valió un premio de Estado a mediados de la década de 1940. A saber donó todo el dinero de este premio para ayudar a huérfanos de Leningrado. Rinchen también se especializó en otras ramas del estudio del idioma. Fue miembro de la Academia de Ciencias de Mongolia y en 1956 se doctoró en Lingüística por la Universidad Eötvös Loránd de Budapest con su "Gramática del mongol escrito". Entre 1964 y 1967 trató temáticas como la lengua mongola en general, la fonología y escritura históricas y contemporáneas, y la etimología y morfología. En 1969 publicó una gramática del hamnigan, una lengua mongola. Para 1979 el "Atlas de la Etnografía y Lingüística Mongolas", obra preparada bajo su guía, se convertiría en uno de los trabajos más importantes de la dialectología en Mongolia tras su publicación póstuma a Rinchen. Rinchen también publicó diversos materiales sobre el chamanismo en Mongolia, documentos sobre lingüística histórica y folclor. Su trabajo en ciencias fue traducido al inglés.
A lo largo del último siglo, aventureros, arqueólogos e investigadores han emprendido multitud de expediciones a diversas partes del mundo e incluso han realizado excavaciones dentro de sus propios territorios en busca de tumbas y restos humanos que pudieran identificar y dar localización a personajes emblemáticos de su cultura autóctona. Mongolia no ha sido una excepción y la búsqueda constante de la tumba de Gengis Kan, considerada uno de los grandes misterios de la arqueología, parece haber dado buenos resultados en el país oriental, a la vista de los cinco lugares que hoy día se disputan la probable ubicación de los restos del guerrero. La "Historia secreta de los mongoles narra, mediante un lenguaje transido de épica y poesía, de simplicidad y holgura ajenas a la aridez contenida de las crónicas de los imperios sedentarios, los orígenes de la estirpe de Chinguis Qan (Gengis Kan), los avatares de la infancia y juventud del caudillo mongol (cuando aún "no llegaba a la altura de los hombros de los hombres"), los pormenores de su encumbramiento a Qan de todos los mongoles y los inicios, recién inaugurado el s. XIII, de la expansión del imperio que con ilimitado esfuerzo había creado. A través de una narración donde se dan cita el juramento de sangre y la enemistad ancestral, la fidelidad y la traición, la gratitud y el desprecio, la humillación y la gloria, el libro desgrana la fascinante historia de la unión de todas las tribus que poblaban el altiplano mongol, desde el lago Baikal hasta la Gran Muralla y desde el Ergün hasta el Ili, y la formación del que, gracias a este empuje, se convertiría, en pocas décadas, en el mayor imperio conocido. Complemento indispensable de la historia oficial china y los relatos de los historiadores persas de la época, esta Historia Secreta de los Mongoles, texto fundacional de la nación mongola, perdido en la lejanía de los tiempos, no habría llegado hasta nosotros en su forma actual sin la mediación del innato sentido histórico de los letrados chinos que transcribieron el original mongol y lo transmitieron, sin conocer en muchos casos su contenido, a la posteridad. 
En la estela de Alejandro Magno, Gengis Kan fue el mayor conquistador que conoció la historia. Su imperio se extendió por la mitad del continente más vasto del globo, Asia: desde la estepa mongol y los bosques siberianos, hasta el desierto del Gobi y las vertiginosas cimas del macizo de Altái. De ahí que los escribas persas, que difundieron la epopeya más asombrosa de todos los tiempos, lo bautizaran como Conquistador del Mundo. René Grousset, uno de los principales orientalistas de la primera mitad del siglo XX, recrea de forma magistral y amena, como si de una novela se tratase, las extraordinarias gestas del héroe mongol en El conquistador del mundo. Vida de Gengis Kan (Acantilado, 2015)